Azabache -o el negro ojo de la permanencia-
“Schwarze Milch der Frühe wir trinken sie abends”
“Negra noche del alba al atardecer bebemos”
ahogo,
y si al alba
no me bebes
ni me induces
al poema…
qué haré con el vocablo libertad
entre mis dientes
qué haré con el asombro
en lo amargo de mi aliento
que haré con la ceniza y el fuego del hogar
Yo no la invité
a la tristeza
no se la invita
llega sola
abre puertas
ventanas
te habita
cuando termine de llorarme
o cuando ya no me dé la gana
de tenerla como intrusa
la arrojaré a la calle
saborearé un helado
me abrazaré a mis hijos
volveré a la letra
comenzaré a olvidar
amaré lo que me ama
soñaré lo que me sueña
buscaré los rostros que me buscan
recordaré
que sólo despiertan juntos
los que han soñado juntos
Cáustico
como Jorge
hospedó culebras en su alma
ninguna se atrevió a beber su sangre
como Ménade
confundió miel y agua
equivocó los pozos
como Ayla
huyó de Broud
amó a Jondalar
perdió a Durc
como Hobbit
desobedeció a Sauron de Morodor
como Psique
cumplió con las asignaciones de Afrodita
y
mortal efectúo las tres tareas
sembrar
escribir
procrear
ahora
entre Marte y Minerva
demanda el poder de la serpiente
Azabache – Yo no la invité – Cáustico Published @ el-recreo.com/